Parece que veamos mundos diferentes…

Qué difícil se hace, a veces, explicar algo, por muy simple que parezca. Da la impresión de que cada uno tiene una versión diferente de lo mismo y cuanto más tratas de explicarlo, más difieren las versiones y más difícil parece llegar a un acuerdo. El problema es que cada uno de nosotros realmente ve un escenario diferente.

Intento explicarlo de la forma más sencilla que se me ha ocurrido con la siguiente figura. En el centro podemos observar una pieza en 3D (el origen del debate) y alrededor de ella a cuatro personas, cada una de ellas viendo el objeto desde su orientación (desde donde se ve en 2D).

El observador número uno está al cien por cien convencido de que el objeto es un donut y se lo hace saber a todos, mientras que el observador dos intenta convencerlo de que no es sólo un donut ya que además tiene algo cuadrado encima. El observador número tres, alucina con lo que dicen los otros dos, porque él no ve nada redondo, sino todo lo contrario, el ve una especie de arco del triunfo sobre una base, además está súper convencido porque acaba de venir de París. El último observador, el observador cuatro, está convencido de que un donut no es, porque redondo, lo que se dice redondo no es, tampoco sabe si es un arco del triunfo porque él no ha estado en París, aunque cree recordar que no tenía forma de C.

Imaginaros cuánto tiempo pueden estar hasta que uno de ellos convenza a los otros de lo que ven. Esta situación pasa todos los días en cualquier empresa, el problema viene cuando el jefe es uno de los cuatro e impone su visión porque para algo es el jefe y el jefe sabe más.

La misión de un buen líder es la de afrontar cualquier situación desde la óptica lo más amplia posible. El más inteligente, en primer lugar, se toma su tiempo en escuchar el mayor número posible de opiniones, sumarlas todas para hacerse su composición en 3D y luego tomar una decisión. Porque, como hemos visto, el prisma solo se entiende después de haberlo mirado desde todos los ángulos (La inteligencia colectiva siempre es mayor que la inteligencia individual).

Por cierto:

"Todos tendemos a pensar que vemos las cosas como son, que somos objetivos, pero no es así. Vemos el mundo, no como es, sino como somos nosotros o como se nos ha condicionado para que lo veamos"

S. Covey