viernes, 4 de diciembre de 2009

Barreras al desempeño y motivación

Hoy me gustaría hablar de motivación en el trabajo, elemento fundamental e insalvable si se quieren obtener resultados satisfactorios y equipos de alto rendimiento.

Recientemente leí un artículo de Thomas W. Britt en la Hardvard Business Review que hablaba de este asunto y desprendía conclusiones sorprendentes tras un riguroso estudio a soldados y trabajadores en empresas privadas. El estudio preguntaba a los encuestados valores como honestidad, ambición, valentía e independencia así como su estado de ánimo y su nivel de satisfacción en el trabajo.

Las conclusiones del estudio fueron que mientras más grandes eran los obstáculos al buen desempeño, tales como exceso de trabajo, más baja eran la moral y la satisfacción siendo los trabajadores más comprometidos y más dedicados personalmente (aquellos que les dieron la mayor importancia a valores relacionados con el trabajo) los que mostraban un menor ánimo y satisfacción en el trabajo cuando se enfrentaban a obstáculos insuperables. Dicho claramente, los trabajadores más interesados en su trabajo eran los que más se desmoralizaban cuando se les impedía dar lo mejor de sí o cuando sus funciones eran ambiguas.
Hay un errado concepto muy difundido de que el compromiso en el trabajo –la alta motivación para trabajar– es un rasgo de personalidad y que la gente motivada se lanzará con igual entusiasmo casi a cualquier tarea. Pero las investigaciones demuestran consistentemente que incluso los empleados más comprometidos se desmotivarán rápidamente si dejan de encontrarle sentido a su trabajo, o si no pueden realizarlo con éxito.

Así, un buen líder debe estar atento para remover las barreras que obstaculizan a sus empleados más comprometidos, justo aquellos que parecen que menos ayuda necesitan para permanecer motivados. Para estas personas de alto desempeño, los factores que no pueden controlar –funciones ambiguas, recursos inadecuados, y el propio exceso de trabajo– pueden afectar a su trabajo y finalmente impulsarlos a buscar otros empleos. Los que se quedan bien pueden ser aquellos a quienes poco les importa y por lo tanto los que menos valor aportan a la empresa.

"Para adquirir conocimientos hay que estudiar; para adquirir sabiduría hay que observar"

Marylin Vos Savant




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