jueves, 17 de diciembre de 2009

Habilidades directivas - ¿Las tienes?

El mundo de la empresa es cada vez más exigente y a medida que evolucionas como trabajador y asumes más responsabilidades te das cuenta que tus habilidades, aquellas que aprendiste en la universidad, ya no son suficientes. ¿Te has parado a pensar qué nuevas habilidades tienes que potenciar?
 
Como decía antes, la curva que debemos seguir durante nuestra vida laboral es como la mostrada a continuación.
 


Se puede observar que, conforme el trabajador asume más responsabilidades éste ha de desarrollar habilidades estrechamente relacionadas con la inteligencia emocional. A medida que las herramientas de selección de personal se vuelven más sofisticadas, las pruebas que se realizan a los candidatos están más orientadas a detectar las competencias presentes en éstos, que a evaluar su inteligencia práctica, coeficiente intelectual o su experiencia laboral.

El estudio del coeficiente intelectual está desfasado ya que si realizas un examen para obtener el tuyo por primera vez, el CI obtenido será menor que cuando lo realices por segunda vez, y menor que el obtenido si practicas este tipo de test. ¿Cuál es la diferencia?, ¿te vuelves más inteligente a medida que practicas, o simplemente es que vas aprendiendo a hacerlos?

A continuación y como comentaba al inicio, vamos a enumerar las habilidades que debe desarrollar un buen directivo.
  • Organización. Es la habilidad para captar necesidades, definir los objetivos a alcanzar, desglosarlos en tareas, programarlas en el tiempo (timing), posibilitar su realización, detectar las necesidades y asignar recursos y, finalmente, realizar el control y seguimiento.
  • Comunicación. Consiste en saber transmitir la información, teniendo un total autocontrol de las emociones, de forma asertiva y sabiendo gestionar tanto el lenguaje verbal, como el no verbal. Además de poner en práctica la escucha activa (que no es sólo dejar hablar sino escuchar lo que se dice) y una actitud empática hacia las personas de tu entorno.
  • Motivación. Obtener un nivel de motivación óptimo en el personal de tu entorno, teniendo muy desarrollada la orientación a las personas, ofreciendo sensación de pertenecía al grupo, de seguridad, crecimiento, importancia y liderazgo a tus colaboradores. Critica en privado cuando se hacen las cosas mal y elogia en público cuando se hacen las cosas bien.
  • Formador. Un buen líder es aquel que no solo trabaja en su mejora y potenciación personal sino en la de las personas que lo rodean, ayudando a desarrollar sus habilidades, a detectar sus carencias y a corregirlas, proporciona una carrera profesional y un plan de formación a sus colaboradores. Todo ello desde la coherencia y siempre con una conducta facilitadora. 
En un próximo post hablaré de cómo estudiar tus competencias personales para detectar tus fortalezas y tus carencias, y a partir de ahí trazar y ejecutar un plan de mejora.

Recuerda:

 “No hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión"

1 comentario:

  1. Ya lo decía Goleman en su libro, tenemos dos cerebros, el racional y el emocional, y nuestro funcionamiento en la vida está determinado por ambos. ¡Gran verdad!

    Por cierto, ¿te he dicho alguna vez que me encanta esa última cita que has puesto? :D

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